Reflexión de la Carta de Jamaica
La carta de Jamaica es
un texto de invaluable valor histórico y literario que es y fue de vital
importancia para la nación, donde se ve reflejada una visión o pensamiento muy
futurista en la cual se perciben ideales de libertad, igualdad y fraternidad en
las naciones y los habitantes de la misma, teniendo en cuenta aspectos políticos,
sociales y económicos. Bolívar propuso una visión integradora que hace más de
doscientos años era la clave para el desarrollo y crecimiento de Colombia y América
latina, pero no solo era la clave para esa época sino también para la
actualidad.
Bolívar en este escrito
señala que la situación vivida en América para este entonces está caracterizada
por dos rasgos fundamentales: una actitud pasiva y una existencia política nula
manifestando que los pueblos se convierten en esclavos cuando el gobierno bien
sea por su esencia o por sus vicios usurpa los derechos del ciudadano, y que al
hacer una comparación con las monarquías absolutas y despóticas de Asia hace
notar que las implantadas en América eran peor a las que aquella regía, y que
para continuar describiendo la situación americana bajo el régimen español
Bolívar hace una alusión concreta a las trabas de todo tipo que lograban
acentuar la situación intolerable a la que seguía sometida América como
resultado de una política exclusivista que aplicaba la metrópoli; para
fundamentarlo señala que el único papel que jugaban los americanos en la
sociedad era la de simple siervo de trabajo y cuando más el de simples
consumidores que tampoco tenía excepción en cuanto a restricciones se refería
llegando hasta tal punto que se monopolizaba la producción de productos de
primera necesidad y como si fuera poco se colocaban obstáculos entre las
provincias americanas para que de esta manera no se entendieran y más aún no
lograran negociar.
Es indudable que este
desconocimiento de nuestros principales pilares de conformación y
establecimiento como nación, parecería ser que ignoramos nuestra identidad, que
debilita sin reparos la potencialidad para la continuidad y poder edificar un
mejor destino, de mejores perfiles, propios, auténticos caracterizado por las
intransferibles identidades, extraídas de nuestra esencia popular.
Hoy como ayer se impone
la exigencia de convocar el pensamiento y la voluntad de los mejores
colombianos para construir el futuro. Debemos trascender y superar de inmediato
las diferencias que nos separan y echar de lado las pugnacidades que nos
convierten, unos a otros, en irreconciliables bandos y más bien, enfrentar y
proyectar unidos los retos que arrastramos de los problemas aun no resueltos
del pasado y también los desafíos que el porvenir nos exige y que se nos viene
encima con obligante vocación en el presente
Antes se vivía una opresión
y un monopolio sobre las personas y las nación pero no solo era en lo externo (maltrato,
esclavitud) sino también en lo interno (pensamientos, sentimientos) y en la
actualidad no se ve la esclavitud y se supone que Colombia es un país de libre expresión
pero en realidad no es así. Las personas
no se respetan entre si las diferencias de pensamientos y preferencias políticas,
por ejemplo. No hay respeto hacia el otro solo se busca y se trata de mantener
lo que yo pienso que es correcto pero que va ligado a mis intereses. Tampoco
hay esclavitud pero si hay guerra y violencia en nuestro país que es algo que
no es nuevo y tiene muchos años en vigencia, algo que me da tristeza es saber
que mi país tiene más historia en violencia por cuestiones políticas que por
cosas desarrollo cultural. Colombia es un país que anhela la libertad,
tranquilidad y la paz total. En mi
pensar es algo que es imposible no porque sea negativa sino que soy realista
porque hasta que no haya unión entre el pueblo no se tomaran decisiones
radicales para que hayan rasgos radicales, pues todos dicen que quieren la paz
y tranquilidad en nuestro país pero a la hora de luchar por eso no tienen la valentía
de hacerlo porque sabe que en cierta forma pierde la “estabilidad” y “tranquilidad”
en la que viven, somos conformistas y hasta que no nos unamos por una misma
causa sabiendo que todos podemos perder pero también ganar no se harán cambios
de verdad.
Antes había una
integridad entre las naciones, pero actualmente cada vez están divididas por
que cada quien busca su beneficio y no se preocupan por lo que las demás naciones
están viviendo. Un ejemplo actual de esta situación es Venezuela que tiene graves problemas de
varias índoles pero esta solo ninguna nación vecina le ayuda, en cambio Bolívar
cientos de años antes se preocupaban por los demás y no solo él también otros
personajes de esa época.
Solo un pueblo que esté
listo para la libertad puede estar listo hacia ella.
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